sábado, 28 de noviembre de 2009

CICLO GRANDES DIRECTORES | WOODY ALLEN

He sido un ferviente admirador de Woody Allen de las épocas de sus magistrales Hannah y sus hermanas y la ganadora del Oscar al mejor film Annie Hall (1977), dónde componía la pareja protágonica con su ex mujer Diane Keaton. La película retrata la relación de ellos en aquellos años con ironía, sutileza, mucho amor, independencia, y el típico humor neoyorquino tan presentes en sus obras. En aquel momento una notable y joven Diane Keaton vestida a la moda con saco y pantalón, y sombreros, marcó tendencia y un estilo dentro de la actuación, natural, espontánea, pero con grandes dotes para la comedia y el drama. Han pasado muchos años y siempre su nombre aparece asociado a películas de éxito, basta con recordar su dúo con Jack Nicholson en la pantalla grande. Del gran Woody es importante recordar que filma una película por año, que sigue siendo el autor de sus guiones, que sigue teniendo como protagonistas de sus películas a actores de éxitos jóvenes que nunca habían trabajado con él, como recurrir a actores viejos siempre vigentes, que no le teme al cambio, a experimentar. Sus mejores films fueron tributo a New York o Manhattan, a sus habitantes neuróticos, de clase media judía, su ser hipocondríaco, su temor a la muerte, su humor ácido, sus dudas de religión, su madre judía como eterna protectora. Su reiterado homenaje al amor en sus variadas formas, hasta en forma de canto como aquel film realizado en París. Quizás me identificaba mas con sus películas americanas que las últimas que rodó en Europa, en Inglaterra, España. Match Point resultó, a mi gusto la mas lograda, recuerdo que salí del cine y le dije a mi mujer: ¡este es el Woody Allen ??? que yo conocí? No era el mismo de los años 70, 80, ahora hay mas suspenso, venganza, el factor suerte en la vida de las personas son los temas que ahora le preocupan, o el destino que te lleva a lo mas alto o mas bajo depende de que lado caiga la moneda. En Vicky, Cristina Barcelona, las relaciones interpersonales salen a la luz apuntando mas a la sensualidad, al sufrimiento dejando un poco de lado el humor tan especial y corrosivo que lo caracteriza, el eterno cruce de parejas de todos sus films, la búsqueda de la felicidad aún a costa de la soledad, del vacío existencial siempre fueron otros de sus temas predilectos. Ya el temor a la muerte en forma obsesiva va dejando paso a una extraña sonrisa, irónica, la escena de la barcaza en Scoop demuestra que la vejez va aceptando ciertas temas tabúes y el paso del tiempo inevitable. Whatever Works (2009) es su última película que todavía no se estrenó en Argentina, pero lo bueno es que siempre que se estrena una película de él se renueva el interés por verla, sigue esa mágica alianza entre el público argentino y su obra, por esto ya es un clásico. Seguiremos en próximas entregas con la obra de este excepcional creador.

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